Se
acordaba del Demian de Hermann Hesse y la llamaba madre, amante, prostituta y
perdida.
Contemplaba su imagen y la gritaba:
"Me muerdes
me gritas
me besas
y como me duele tu boca
lo que sale de tu boca
¿a que sabe tu boca?"
"Chúpame
háblame
cómeme
el denticlor de tu boca
como mueves la boca
¿porque me gusta tu boca?"
Y ella seguía
mirándole con aquella sonrisa canalla, mezcla de sensualidad e inocencia que
solo puede tener una boca tan perfecta como la del cartel de un anuncio de
dentífrico.
Brillaban en la noche , frente a su
ventana, mil anuncios de neón y el no paraba de soñar…
2 comentarios:
I com somiar és gratis... somiem!.
Aferradetes, poeta.
I tant que et creiem... he, he, he...
I també somiem, que nocosta res...
Bon vespre, Pere!
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