Aprendí a leerme
leyendo tu cuerpo
cuando más me leía, releía tu cuerpo
descubriendo detalles inesperados
mensajes escondidos.
Si cierro los ojos
leo tu olor
mientras, tú recitas los versos que te escribo
es como si leyera tu cuerpo
y escuchase mis palabras
Ahora duermes... Tras el cristal de la noche, un viento cálido de nubes bajas dibuja sombras inverosímiles, como un mimo sobre tus sábanas.
Yo me quedo solo, ingrávido
leyéndote
pero hoy desconozco tu cuerpo
y al leerlo me asustan mis palabras
cuando dices ... por favor no me quieras.
El cuadro es un óleo de Manel Anoro-"La Posseuse"