Al amanecer, te he visto cazar pajarillos en los cañaverales y adentrarte con sigilo en la espesura de bosques de papiros.
He descubierto las uñas pintadas de tus manos y tus pies entre otras flores y el dorado de tus mejillas o el suave verde bajo tus ojos.
Al intentar abrazarte tus senos cubiertos con aceites han bailado entre mis dedos; has debido tostar algo de carbón para tus ojos y cardenillo, resina y albayalde, pues estabas preciosa bajo el sol.
He deambulado a las orillas del Nilo, bajo un suave arrullo de viento entre palmeras. Ahora, eres tu quien me lleva de la mano y te entregas a mi en goces despreocupados, mariposa de alas cálidas abiertas.
Y si te miro, así con los ojos del deseo, finalmente caigo de rodillas conmocionado en tu presencia. No puedo sostenerme ante la hermosura de tu piel cobriza y los movimientos de tus brazos tan flexibles como los juncos...
1 comentario:
Orgullosas estamos que publiques en tu blog nuestras filmaciones.
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