viernes, 14 de diciembre de 2018

Pinzellades LIII (2010 La pasión de vivir)



Cuesta creer que Marilyn leyese el Ulysses de Joyce o que yo pueda escribir un blog. Solo es cuestión de pasión, pasión por la vida.
Hoy al finalizar el año paseo por calle Arquimedes y recuerdo acontecimientos sorprendentes, momentos tristes , divertidos y sobretodo un estado de ánimo positivo por encima de la mediocridad de los tiempos actuales, superada con esta pasión de vivir que intento mantener cada día.
Empecé el año dejando versos por todas partes y recordando a Machado , a Espriu. Fernando cumplió sesenta años y conocimos a Catherine y Scarlett Robinson.

Y tus ojos
tus ojos
que tenían tus ojos
sólo veía tus ojos.

Conversé con Mario Benedetti de la soledad, de Dios y de las mujeres.
Cuando me robaste el corazón miré al cielo , a las estrellas, buscaba el amor y estabas más cerca , en el suelo bajo las hojas de hierba.
Llegó la primavera, la vida era maravillosa... oí el ruido que produce el despertar de la vida,
vi en las calles mujeres hermosas y su piel tan blanca, sentí en mi vientre la renovada fuerza del deseo.
Más tarde me miré al espejo mientras dormías
y vi dos caras
y al darme la vuelta dos espaldas
pero no me vi en ti...

Me cansé de esperar tu regreso al amanecer, cambié tus rosas de san Jorge por manzanas y enloquecí con tu boca de tomate.
Me enamoré de la mar, del sabor del mar, del olor a mar.
También me enamoré de ti, de como sabes, de como hueles cuando sales del mar.
Cumplí sesenta y un años, rompí quince cuartillas intentando decirte no sé que cosas y sentí pánico al pensar que podías dejarme , al final de la tarde.
Pero descubrí el teatro, tu mirada y la soledad del camino, el calor, el silencio, perdido en ti, en mi, en aquella playa inmensa.
Tu boca...la pausa en el camino y la paz del mirador junto a la amada Nausicaa.

Disfruto las horas,
el placer de un instante
y mañana no sé que será de mi.

Una noche de verano, tus pechos fríos y húmedos, tus labios salados como el aire del mar y más teatro, el pudor del actor frente al público.
Quise olvidar recuerdos, volver a empezar para conocerte de nuevo. No pude olvidar aquella tarde, después de la tormenta cuando...

Un aire frío
aire de olores
temblaba en tu piel.

Walt Whitman hablaba conmigo a través del tiempo y al despedirse me dijo:

¡Adiós Pere!
Cosmos
Hijo del Empordà
Turbulento, fuerte y sensual
que bebes y engendras
sentimental.

Me escapé al sur, con la Juani pero su juventud me hizo despertar de un sueño y sentí la llegada del otoño... mi otoño.
Salí del mar camino de Riola, crucé los campos de arroz al atardecer escuchando a Sting y seguí haciendo teatro, drama y comedia.
Al llegar a octubre, la calle Arquimedes se llenó de bullicio, en el café hubo un sainete entre políticos de tres al cuarto, dramaturgos de postín y hasta un director de banco.
Pero por la noche me inquieto, no sé... que me pasa por la noche.

Y mientras le besaba los dedos del pie
los acariciaba
ella gritaba
con muy poquita voz.
Volví al teatro y al salir borrando imágenes, escuchando alejarse la música solo quedó un olor de versos.
Amiga amada
te quiero en tus ojos
mirando cuando duermes
cuando estas tan callada.
...y que será de nosotras
de este amor tan loco.

Echado en la hierba de otoño, palpitaba la vida a mi alrededor y soñé un bosque de película...
El apuntador del teatro, un payaso enamorado, destrozaba las representaciones y tu eras como el agua : ruidosa y alborotada, fresca y transparente.
Olias a tomillo a menta y a lavanda
y el musgo de tu vientre a la humedad del agua.
Javier cumplió sesenta años, labios de Marlon Brando, hijo de la tierra del viento.
Un día, después del segundo acto descubrí la mediocridad de mi obra y decidí no cobrar más la entrada a este teatro.
En Navidad bailaré contigo con los ojos cerrados y te contaré cuentos de planetas azules y agujeros negros.
Esta calle siempre tiene música, la música que a mi me gusta, las imágenes que sueño; mientras escribo estas lineas , bajo un sol helado, un viento de tramontana me corta la cara y siento de nuevo la pasión de vivir.




Música y pasión. Tchaikovsky, Scriabin.